viernes, 27 de mayo de 2011

TÉCNICAS DE LA PINTURA

las técnicas artísticas sin citar el dorado, el esmalte, el vitral y el mosaico. El primero consiste en la aplicación de panes o polvo de oro sobre el soporte. En pintura se utilizó como fondo de las composiciones en el mundo gótico y protorrenacentista, aunque su uso se remonta a la Antigüedad, tanto oriental -China, Japón, India, Persia...- como occidental -Egipto, Grecia y Roma-. Su elevado valor económico ha impedido su utilización en la actualidad, y su falsificación con purpurina es nefasta, ya que oscurece al poco tiempo y adquiere tonos verdosos y deslucidos. El esmalte es un procedimiento que tiene múltiples formulaciones. De manera general lo definiremos como un barniz vítreo, que por medio de la fusión, se aplica a la porcelana, loza, metales... Su uso se remonta a Egipto -pseudoesmaltes de pasta de vidrio incrustada en frío-, pero es en el mundo gótico cuando alcanzará su máxima difusión, extendida hasta nuestros días. Limoges aparece como una escuela de gran tradición esmaltística, desde el siglo XII al XVIII. Durante el siglo XVIII se utilizó como elemento decorativo y en joyería -relojes, cajas de rapé...-. El Modernismo, estilo de un gran ornamentismo, fue el último gran movimiento que potenció el esmalte.
El vitral y el mosaico tienen como base el fuego, al igual que el esmalte y las decoraciones cerámicas. Su inclusión en esta relación se debe a que los proyectos compositivos y/o decorativos son obra de artistas pintores.
Muchos otros son los métodos o técnicas de uso restringido y particular empleados a través de la Historia, cuya enumeración sería prolija. Creemos que los métodos comunes ya han sido enumerados y analizados convenientemente, métodos comunes que han influido en la práctica pictórica de los diversos artistas, haciéndoles evolucionar. La técnica no sólo es un medio instrumental, sino que se convierte en un factor básico de la expresión plástica, en su doble vertiente formal y de contenido. Podríamos concluir diciendo que cada obra y cada autor tienen su técnica apropiada en relación con su mensaje artístico.

CARTEL


Otra técnica es el cartel. Su gran auge está asociado a las técnicas de estampación litográfica y primordialmente a la fotomecánica. A la vez cabe destacar su asociación a las corrientes artísticas desde su nacimiento el año 1866 de la mano de Jules Cheret hasta los cartelistas Art Déco. Su momento culminante se centra en el movimiento modernista en el que se incluyen los llamados postimpresionistas -Henri de Toulouse-Lautrec a la cabeza- y los propiamente modernistas Alphonse Mucha, Aubrey Beardsley, Will Bradley. La tendencia curvilínea de los modernistas dará paso a las tendencias artísticas abstarct-geométricas -De Stijl, constructivismo y corrientes neoplásticas- y lineales -Art Déco-. Después de la Segunda Guerra Mundial la fotografía sustituirá al dibujo en la base de los carteles. Los fotomontajes de Reanu o los carteles de propaganda electoral son una buena muestra.
Las funciones del cartel son principalmente dos: propaganda y publicidad, a la que se unirá una cierta función artístico expresiva como lo demuestran los carteles de Toulouse-Lautrec. Esta función comportará uno de los aspectos lingüísticos más importantes del cartel: la asociación de la imagen con la palabra escrita. Su reproducción masiva por medios fotomecánicos y su tamaño potencian su difusión y su captación.

IMPRESIÒN

La invención de la imprenta por Guttenberg hacia 1450 resultó fundamental para el desarrollo de la imagen impresa. Otras formas primitivas de impresión en relieve tuvieron su origen en el Lejano Oriente. Recordemos en este sentido los sellos que estampaban en barro las culturas asiria y mesopotámica, los sellos tallados en piedras preciosas que se emplearon en Grecia y Roma y las telas estampadas a mano con bloques de madera procedentes de la China del siglo IX, que llegaron al continente europeo en el siglo XIII. En Europa, el uso del grabado en relieve sobre soportes de madera comenzó a generalizarse a principios del siglo XV, coincidiendo con la difusión del papel, que ya empezaba a fabricarse en gran cantidad. Resultó ser un método de reproducción más económico que el dibujo y se usaba principalmente para imágenes religiosas, naipes e ilustraciones de libro.
Explicar detenidamente el grabado, requeriría un estudio específico que se escapa al fin de esta obra. Mencionar tan sólo los diversos métodos de impresión:
Impresión en relieve: la superficie que crea la imagen impresa está en relieve.
Impresión en hueco: la imagen impresa surge de los surcos trazados en la superficie.
Impresión planográfica: proceso realizado a partir de una superficie plana, que no está grabada, ni tallada en relieve, ni se somete a la acción del ácido.
Impresión serigráfica: la imagen se obtiene al transferir el color de una superficie a otra a través de una trama en la que el diseño está formado por plantillas.

LA ACUARELA


Las posibilidades de la acuarela son múltiples, aunque al igual que el pastel obliga al ejecutor a poseer un gran virtuosismo técnico y un conocimiento profundo del medio empleado. Su recuperación en el siglo XVIII la elevó a categoría artística y estética a la altura de las maneras tradicionales. Actualmente la acuarela tiende a utilizar muy profusamente el blanco del fondo como color constitutivo de la obra. De Durero a Cézanne, pasando por Turner o Whistler, esta técnica ha llegado a nuestros días con desigual fortuna, no siendo empleada por los artistas de renombre y concentrándose en los llamados artistas acuarelistas, verdaderos especialistas en la materia.
Otra técnica afín a la pintura sobre tela o tabla es la acrílica. Consiste en una combinación de moléculas de acrilato en emulsión con agua. Esto la hace muy flexible y de secado rápido -al contrario del óleo-, al igual que resistente a los agentes atmosféricos. Sin embargo, su aplicación es cada vez menor, volviendo la mayoría de los artistas a la técnica del óleo.
La pintura llamada de caballete ha incorporado nuevas maneras. De entre ellas destacaremos tres: la matérica, el collage y la cinética. La primera consiste en el empleo de tierras y materiales minerales que, unidos al soporte por medios adherentes, cumplen la función sígnica de la pincelada clásica. Tàpies es uno de los ejemplos más sobresalientes y universales [FIGURA 2]. El collage consiste en la adición de diversos materiales -fotografías, periódicos, objetos...- que conforman la composición. Generalmente preexiste una base de óleo o acrílico. El cinetismo busca el movimiento de la composición e introduce elementos añadidos y artilugios técnicos, aunque a veces utiliza los trucos perspectivos y los engaños ópticos.
Una técnica eminentemente decorativa es la laca. Su origen es chino y alcanzó su apogeo en la época Ming. Su introducción en Europa se realizó en el siglo XVII, siendo, sin embargo, el siglo XVIII el que mayoritariamente utilizó esta manera artística para la decoración de mobiliario. Consiste en un barniz duro y brillante, hecho con látex, producto extraído de especies arbóreas del Extremo Oriente (anacardiáceas).











FIGURA 3: PASTEL




FIGURA 4: ACUARELA


Conocidas las formas comunes de los que tradicionalmente conocemos por pintura, pasamos al dibujo, sin dejar de reseñar la mutua interacción de ambas prácticas artísticas.
El dibujo constituye generalmente la fase previa de la realización artística. Se constituye así en proyecto, esbozo, boceto, modelo, cartón, de una obra pictórica. Sin embargo, a partir del silo XVIII adquiere un carácter individualizado que lo potencia y lo convierte en elemento artístico en sí mismo. Este valor individual está potenciado en el Lejano Oriente -China y Japón-, donde la palabra hua designa a la pintura, el dibujo y la escritura como elementos plásticos valorados a un mismo nivel.
En el apartado de los instrumentos ya hemos hablado de las formas más corrientes del dibujo, siendo el papel su soporte más habitual.
Una de las características que comúnmente se asocian al dibujo es la de su relativa brevedad de ejecución. Querríamos rectificar esta afirmación que, si bien es cierta en tiempos pasados, en los que el dibujo es previo a la ejecución pictórica, no es aplicable a los tiempos modernos, en los que ha alcanzado categoría artística propia, no dependiente de ulteriores formulaciones plásticas.
Las composiciones sobre el papel tiene distintas denominaciones según la técnica empleada. Las más comunes son el dibujo al lápiz, carbón, sanguina -ya comentadas anteriormente- y el pastel, cera, acuarela, gouache y miniatura.

EL PASTEL


El pastel es una técnica que se ejecuta en seco. El pigmento utilizado es molido con un aglutinante a base de color y conformado luego en barritas cilíndricas. Su máxima virtud es que consigue unas cualidades aterciopeladas, aunque su mayor peligro es su fragilidad a las vibraciones, los roces, la acción del sol y la humedad. Se difundió en el siglo XVIII, sobre todo en Francia, aunque más recientemente hay que citar a Degas y Picasso.

OLEO


La invención de la pintura al óleo ha sido atribuida erróneamente a Van Eyck, aunque su empleo sistemático por los flamencos del siglo XV ha abundado en esta hipótesis. Quien mejor define sus virtudes es Vasari, al escribir: «El descubrimiento del color al óleo fue una bellísima invención de una gran comodidad para el arte de la pintura... Esta forma de pintar enciende más los colores y no requiere más que diligencia y amor, porque el óleo en sí vuelve el color más mórbido, más dulce y delicado y de uniones y esfumados más fáciles; y en suma, los artistas dan de este modo, a sus figuras, una bellísima gracia, vivacidad y gallardía, de tal forma que muchas veces sus figuras parecen tener relieve y separarse de la tabla, sobre todo cuando están realizadas con buen disegno, invecione y bella maniera.»